Alumnos de Secundaria se acercan a la LOCUCIÓN
Cuando me preguntan a qué me dedico y digo que soy LOCUTORA (o locutora on-line) no todo el mundo conoce esta profesión
Mucha gente que conocía mi faceta anterior de periodista radiofónica cree que sigo produciendo programas de radio, pero que en lugar de tener una emisión tradicional, se trata de una emisión por internet (nada más lejos de la realidad).
Así que cuando María Jesús Manzanares (compañera de Plan VE) me propuso dar una charla sobre mi profesión a los alumnos de 2º de Bachillerato del IES Gabriel y Galán de Plasencia (Cáceres) de la asignatura optativa Cultura Audiovisual, no dudé en decirle que sí. Me dieron la oportunidad de explicar a los chicos lo apasionante y bonito que es utilizar tu VOZ, y sobre todo, poder jugar con ella.
En la producción audiovisual, tanto el sonido como la voz tienen una función fundamental para comunicar, informar, transmitir mensajes y sensaciones. Por ello, creí importante que los alumnos conocieran la importancia de trabajar con la voz, y además aprender a hacerlo bien.
En general, la gente suele pensar que para ser locutor profesional es primordial tener una “buena voz”.
Así también me lo comentaron los alumnos de Bachillerato del instituto placentino. Les expliqué que no es fundamental tener una «buena voz», sino, saber utilizarla bien. Esta es una de las claves más importantes de la locución. También se requiere una respiración diafragmática, leer adecuadamente (vocalización, dicción, pronunciación, …) y ser lo más versátil posible con las cuerdas vocales.
Pasamos un buen rato y entre muchas risas hicimos prácticas de respiración y ejercicios de lectura en voz alta.
La parte más entretenida para los chicos fue conocer (escuchar y ver) los diferentes tipos de locuciones con ejemplos prácticos. Descubrieron que un locutor no sólo pone voz a un anuncio de radio o a un documental, sino que también es la voz de una centralita o un contestador automático, la de la megafonía del centro comercial, o la voz que escuchan en los vagones del metro.