Cuando eres ‘freelance’ y el trabajo llega hay que aprovecharlo siempre. Los caprichos del destino no entienden de calendario y cuando tan sólo nos queda un mes para despedir la
Cuando eres ‘freelance’ y el trabajo llega hay que aprovecharlo siempre. Los caprichos del destino no entienden de calendario y cuando tan sólo nos queda un mes para despedir la